No tengo ningún miedo a reconocer que te quiero mucho, como a nadie, ni tengo verguenza de decir lo feliz que soy contigo. Tampoco me importa que la gente se de cuenta de lo embobada que me quedo mriando un sitio fijo pensando en ti, ni que se den cuenta que al hablarme no me entero de lo que me dicen, o de que mi mirada se pierde buscando la tuya. No tengo ningún miedo a contestarle la verdad, a decirles, que no quiero que me faltes nunca, a que yo sin ti, sin ti, pues, sin ti que no soy nada. No tengo verguenza al decir que no me imagino un día sin ti, una tarde sin verte, un finde sin ti, no podría. Me da igual lo que piensen, o que digan que tú eres mucho para mí o que yo soy poco para ti, me dan igual las opiniones, eso no va a afectar nada de lo que siento, te amo y punto.
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