Tú, antes que nada ni nadie.
Le necesito, abrazándome, respirando el olor de su ropa, escuchando su voz bajito, diciendo que me quiere, que él va a estar ahí siempre. Rozando cada poro de su piel, de esa que relaja mis pulsaciones, y me calma, que hace que mis problemas, sean granitos de arena, y que parezca fácil escalar montañas enormes con él, que sabe exactamente donde tocarme, donde besarme, donde mirar, para que me sienta mejor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario